jueves, 14 de abril de 2016

¡Lxs vamos a nombrar!

10 días, 10 fotos: Las víctimas de la violencia de género que llegaron a los medios en la última semana.
Noelia Menem, 27 años. Asesinada por su pareja de 20 puñaladas frente a su hijo el 4 de Abril.

Celeste Merlo, 22 años. Asesinada a balazos por su pareja, falleció el 4 de Abril.
Claudia Lima, 10 años. Violada y asesinada el 5 de Abril.
Evangelina Inés Romero, 24 años. Falleció debido a golpes y desnutrición severa el 6 de Abril.
Micaela Aymará Bravo, 28 años. Fue encontrada muerta el 6 de Abril.
Luz Maribel Cañete, 21 años. Torturada y asesinada por su esposo el 7 de Abril.
Silvina Santillán, 36 años. Asesinada por su esposo de un disparo el 7 de Abril.
Paula Cufre, 88 años. Violada y golpeada, falleció después de 2 meses de agonía el 9 de Abril.
Héctor Rolándo Ávila, 54 años. Asesinado por el ex marido de su actual novia el 10 de Abril.
Nélida Zárate, 52 años. Violada y asesinada el 10 de Abril.
Melanie Trinidad Rodriguez, 7 años. Asesinada y quemada el 11 de Abril.





viernes, 8 de abril de 2016

“Tuve mucho, mucho, mucho miedo”.

Por Patricia Felipe

Hace un tiempo Drusila Piovera se encontró con un celular lleno de imágenes que probaban que había estado donde dijo haber estado. Las había sacado para evitar discusiones con su pareja, pero, como entendió luego, ella no era quién las provocaba y tampoco las podía evitar.


Mientras prepara la cena y la siguiente jornada escolar, Drusila habla del círculo de la violencia: “Son etapas. El tipo te enamora, es un príncipe, después te va tirando de a poco la violencia y vos decís: “basta, me voy”, es lo normal. Te vas y el tipo vuelve a tratar de enamorarte. Es un período que se llama “luna de miel”. Entre 3 y 6 meses después de reconciliarnos él no se mandaba una. Ni me levantaba la voz. Y pensas “si el tipo cambia, todo bien, si yo lo quiero”.

El primer paso para cortar con este círculo, cuenta, es reconocerse como víctima: un paso que tiene que dar cada una sola y que es un golpe grande al ego.

Después llega la etapa de la acción: hablar con la familia y lxs amigxs, dirigirse a una organización donde haya gente que sepa como dar contención y guía por haber vivido las mismas experiencias. En su caso fue la Casa del Encuentro, donde dos psicólogas y una abogada hicieron un seguimiento de su caso.

Allí comprendió que, a pesar de lo intimidante, era mejor hacer la denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica donde podía acceder a una orden de restricción aunque sea por 90 días: “tuve mucho, mucho, mucho miedo a que se me acabara la restricción y no poder renovarla, que fue lo que pasó.”

En Argentina las órdenes de restricción no se pueden extender si no se trató de quebrarlas, lo que, después de una denuncia, deja a las víctimas muy expuestas.

Y las soluciones no alcanzan: el famoso botón antipánico tiene otras falencias además de sólo funcionar en la Ciudad de Buenos Aires: “un día lo accioné sin querer y la policía tardó 40 minutos en llegar.”

Por todo esto, aclara Drusila, lo mejor es lo que puede hacer la víctima por si misma: bloquear todo contacto con el abusador y buscar apoyo en su entorno, a quienes  recomienda: “Sobre todo, tener siempre los brazos abiertos para esa persona. No decir “otra vez con esto” porque vas a lograr que no te hable y esa persona necesita hablar del tema.”

jueves, 7 de abril de 2016

El amor no mata


Por Alicia Andelo

A un año de la muerte de Suhene Carvalhaes Muñoz, su femicida, Damián Loketek sigue libre. Sus familiares, amigos y compañeros de la Facultad de Veterinaria respondiendo a la convocatoria en redes sociales de #JusticiaPorSuhene estuvieron presentes en el acto que se realizó este 16 de marzo frente al Palacio de Tribunales, en la Ciudad de Buenos Aires


El acto no inicia en horario, tal vez, porque un grupo de jóvenes sentados en el piso de la plaza Lavalle pelean contra el viento: las decenas de velas que encienden y forman el nombre de Suhene se apagan una y otra vez, pero ellos no ceden en el intento por que sigan alumbrando.

El 16 de marzo de 2015 moría Suhene luego de 241 días de lento e inexorable deterioro físico. Hacía falta un milagro para que se recuperara de las secuelas de la paliza que le propinó su novio. Sin embargo, el caso que grita “femicidio”, está caratulado como "lesiones agravadas" y la defensa del asesino intenta culpar a la víctima, adjudicando a las pastillas anticonceptivas que ella tomaba la capacidad de provocar la “trombosis vascular con hidrocefalia de carácter traumático” con la que fue diagnosticada.

Mientras dos policías piden datos sobre el acto a Sarah, la hermana de Suhene, porque el nuevo “Protocolo de Seguridad” así lo exige, un murmullo se levanta entre los presentes: “¿ahora aparecen?” 

Fue el personal de la comisaría 33ª quien acudió al domicilio que compartía la pareja en Belgrano, por pedido de los vecinos, en la madrugada del 19 de julio de 2014. Suhene presentaba golpes en su cabeza y marcas en el cuello, y Loketek una mordida en el brazo. El informe policial dice “lesiones de orden recíproca".

“Tenemos una Justicia machista. Es más simple echarle la culpa a la mujer, porque así funciona nuestra sociedad”,  dice Catha, la mamà de Suhene ante el micrófono. Culpa a la policía por la indiferencia. Exige el cambio de carátula de la causa. Agradece  y solicita que la sigan acompañando en su lucha por #JusticiaporSuhene. 

También, dice, que quien te ama no te golpea y  que el amor no mata.